Al pensar en practicar sexo en el agua seguro que te vienen a la mente esas escenas de película donde hay dos cuerpos a la luz de la luna, sumergidos en el agua, sus cuerpos se tocan y se funden en uno. Todo fluye. ¿Pero es esto real?
¡PUES NO! Practicar sexo en el agua no es tan sencillo, agradable y maravilloso como parece.
La primera cosa que debéis saber es que la lubricación natural desaparece, no es que no se produzca si no que se diluye en el agua y esto puede producir molestias e irritaciones, por lo que es sumamente recomendable usar lubricante.
Como muchos sabréis existen varios tipos de lubricantes, en este caso no debéis utilizar lubricantes con base acuosa pues sucede lo mismo que con la lubricación natural, se disuelven y no produce el efecto deseado, pues desaparece.
Por ello en esta ocasione vuestro mejor aliado serán los lubricantes de silicona, pues estos no se disolverán. Lo mejor es que apliquéis el lubricante antes de introduciros en el agua, por razones obvias os va resultar mucho más sencillo, e incluso con su aplicación podréis iniciar un juego previo que os ayudara a estar a tono. Y seamos realistas, si lo hacéis en el mar ¿dónde vais a dejar luego el bote?
Otra cosa importe. El agua ni mucho menos protege de las enfermedades de transmisión sexual, así que si utilizáis preservativo recordar que debéis ponéroslo fuera del agua, cuidado con la arena porque puede dañarlo y un consejo, con el agua es más sencillo que el preservativo pueda salirse, así que cuando vayáis a iniciar la penetración (si es que lo hacéis) es recomendable que lo sujetéis por la base y que de vez en cuando comprobéis que todo va bien.
¡Y ya solo queda disfrutar! Sabéis que en el agua no pesamos prácticamente nada por lo que podréis probar muchas posturas sexuales nuevas, ¡eso si!, si en vez de en la piscina lo hacéis en el mar, tener cuidado de donde acabáis, xD