¿Alguien os ha contado alguna vez que ha ido al ginecólogo/a y le han descubierto una brida vaginal?
Puedes estar tranquila/o perteneces al groso de la población. Casi nadie ha escuchado hablar de ello.
Hoy te vas a enterar de lo que es técnicamente y además os hablaré de ciertos aspectos de mi experiencia personal, porque sí, yo tuve una.
Si os da por buscar información antes de leer este artículo, descubriréis que no hay mucha información en la red aparte de su definición y unos cuantos foros en los que distintas mujeres hacen preguntas al respecto de la brida vaginal.
La brida vaginal es una variante morfológica del himen, en el que el orificio del bulbo vaginal se encuentra atravesado por una banda de tejido himeneal.
Dicho de forma más coloquial. Si descubres que tienes una, básicamente lo que verás es un trozo de carne que atraviesa de extremo a extremo la entrada de tu vagina.
¿Cómo podemos descubrirla? Porque te cause algún tipo de dificultad a la hora de mantener relaciones coitales, introducir o sacar los támpax o la copa menstrual, o porque la veas en algún autorreconocimiento de tus genitales.
En mi caso la descubrí con mi primera menstruación, al comenzar a utilizar támpax. Entraba sin problema, pero no podía sacarlo. La primera vez que me ocurrió ciertamente me asusté mucho, pero aprendí lo que tenía que hacer para retirarlo y listo.
Lo que debía hacer era echar este pedacito de carne hacia un lado y sacar el támpax por el otro. Si te preguntas que sucedía al mantener relaciones coitales, era tan sencillo como que si lo iban a introducir por el sitio incorrecto yo lo reconducía al sitio correcto.
Como podrás observar en mi caso no había mayores problemas y esto se debe a la posición en la que yo tenía la brida vaginal. Mi brida estaba situada como las manecillas de un reloj dando las 2:30. Existen muchas posiciones a la hora de hablar de bridas vaginales, así que la puedes tener a cualquier hora.
No esperes ir a tu ginecólogo/a y que la descubra sin tú ponerle sobre aviso. En mi caso me la detectaron en la tercera revisión y después de insistir en que me miraran bien y contándoles lo que me ocurría.
Los especialistas no las detectan fácilmente, no porque no hagan bien su trabajo, sino por las herramientas que utilizan al hacer la exploración. Utilizan un espéculo que básicamente sirve para separar y abrir el conducto vaginal. Este lo que suele hacer es desplazar la brida hacia un lado y por eso no la ven.
Mi consejo es que no esperes, si ves que tienes algo que te incomoda háblalo con tu médico, está ahí para ayudarte.
¿Qué ocurre cuando te la detectan? Lo único que tendrás que hacer es decidir si quitártela o seguir con ella si no te supone ningún inconveniente.
Se quita de una forma muy sencilla y rápida. Te ponen anestesia local y una vez dormida la zona, hacen dos cortes en los extremos, te ponen un punto a cada lado y listo. He escuchado que en algunas ocasiones utilizan anestesia general, en mi opinión no vale la pena pasar por ese proceso para algo tan sencillo. Después solo tendrás que cuidar los puntos y volver a consulta para corroborar que todo está bien.
Si sois de las que tenéis una no os preocupéis, no os pasa nada grave ni anormal. Cuando yo era joven este hecho me condicionó bastante, creó inseguridades en mí, pensaba que a mis genitales les pasaba algo raro, que no eran normales, que eran extraños y feos. Con suerte con los años aprendí que todos son bonitos y diferentes.
Durante años me dio vergüenza la desnudez, las relaciones íntimas en todos los sentidos, en definitiva, casi no dejaba que nadie pasase sus ojos por allí por si les parecía algo monstruoso, tonterías, porque la brida ni se veía a simple vista. Los complejos sean por lo que sean nos condicionan en nuestra vida y en nuestra forma de actuar. Y aunque parezca mentira los que afectan a nuestra sexualidad lo hacen y mucho.